“He amado a hombres y mantenido encuentros románticos con ellos durante toda mi vida, y ahora elijo vivir como homosexual. Quiero abordar esto honesta y abiertamente, y para ello debo empezar por examinar mi propio comportamiento”, declaró Kevin Spacey. A los 58 años, el actor salió del closet para ratificar lo que era un secreto a voces en Hollywood: su condición de gay. El problema es que lo hizo en medio de un escándalo, ya que el disparador fue la denuncia de acoso sexual formulada por el actor Anthony Rapp.
El episodio se produjo en 1986, cuando Rapp -a quien puede verse hoy en la serie “Star Trek: Discovery”- tenía 14 años. Rapp narró que durante una fiesta en el departamento de Spacey (entonces de 26 años), este intentó forzarlo a mantener relaciones sexuales en su cama. Finalmente, consiguió zafarse. Spacey sostiene que no se acuerda de nada. “Pero si en aquel entonces me comporté como él lo describe, le debo mis más sinceras disculpas por lo que habría sido un comportamiento profundamente inadecuado como consecuencia del alcohol”, enfatizó por medio de un comunicado.
Las críticas para el protagonista de “House of cards” y ganador de dos premios Oscar (por “Los sospechosos de siempre” y “Belleza americana”) apuntan a que está utilizando la revelación de su homosexualidad como una cortina de humo. La actriz y directora Rose McGowan, una de las mujeres que denunció el acoso del productor Harvey Weinstein, subrayó que hay que mantener el foco en Rapp y pidió a los medios que “sean la voz de las víctimas”. También escribió en su cuenta de Twitter: “Gay=Gay / Predador=Predador”, haciendo una clara diferencia entre lo planteado por Spacey.